No necesito una conversación vana y superflua
Todos los días que empieza con un aburrido
Hola, buen día, cómo estás
Abrir los ojos y leer sin necesidad ninguna
Tópicas palabras para engordar el ego
Para creer que te importo
Para fingir somos dueños el uno del otro
Sí, los dos en el escenario para la soberbia actuando.
Tampoco quiero que estés a mi lado en los mejores momentos
Ni en los peores, ni en los más tristes,
Ni en la grandilocuente victoria, ni en la marginal derrota
Ni cuando Saturno pare el tiempo
O la Santa Madre nos dé un susto llevándose la vida de aquellos que llamamos allegados
Sucesivamente,
Hasta que me encuentre o te encuentre, esté dónde esté, estés donde estés.
Por supuesto, tampoco quiero ver reflejado en tus ojos
Quizás el brillo del Armagedon,
O la resurrección de todos aquellos que han muerto
(Y ahora tienen hambre)
O a las fuerzas de la naturaleza desatadas arrasando
Carreteras, casas, pueblos, ciudades
Comarcas, países y continentes
O la llegada de la ramera de Babilonia
Implacable, cabalgando sobre la bestia de siete cabezas
Aplicando la justicia del Jucio Final
(católico-apostólico-romano.)
Ni se te ocurra verte en la obligación
De reprimirte, de aguantar mis sucias manías,
De irte lejos si es necesario,
De caer en otros brazos
Bajo el influjo de la lujuria
O no, y es bajo el influjo de la necesidad.
No quiero ver como te achicas hasta consumirte
Transformando la dulce energía de tu idiota sonrisa
En puro odio y resignación.
No lo voy a tolerar.
Antes que eso, un agujero negro se tragará
El tiempo y el espacio
Y como si nada hubiese pasado,
Como si fuésemos animales extintos
Seremos un grato recuerdo
Para el córtex cerebral
Y la masa gris nos compensará
Con la hormona de la felicidad
La cosa es hacerlo fácil, dejarse llevar
Hacer lo que te salga de la zona genital
Y exprimir, gota a gota,
La fugacidad de un verbo conjugando.
"Más que poesías encontrarás fechorías, atentados premeditados contra el arte. Más que reflexiones, son paridas, pajas mentales que intentan abrirse paso entre las rugosidades cerebrales, eyaculadas como un pulso eléctrico que controla, de momento, los dedos a su antojo. Vamos, lo que viene a siendo una traición a uno mismo."
lunes, 2 de agosto de 2021
020821 - Entrante: Pellejo de corazón con sabor a cerebro.
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