miércoles, 20 de noviembre de 2013

Cuando una ballena voladora viaja por el planeta del lugarteniente Dólar

Ansiamos expandir nuestras alas,
Nuestras voces se abren mudas
En una sinfonía pseudolibertaria
Oprimida con miles de garras
Que lo único que despedazan
Son nuestras conciencias
Con esta forma de vida impuesta
Cuya libertad es comprar, tirar e ignorar.

Día a día el mundo sufre,
Segundo a segundo la humanidad se consume
Mientras haya algo nuevo para comprar:
Impuestos para el Estado
Que nunca la vida mejorarán;
Veremos la inocencia morir,
Gente en cartones dormir...
¿Y comprando el hambre me podre redimir?

¿Por qué nuestra moralidad se así?
Somos buenos para que tras no existir
Estemos en una nube gris;
No queremos creer que de los gusanos seremos un festín.
¿Si somos pobres sin consumir
Acabaremos como mártires entronizados en el Jardín?
Demonios sugestivos de santos disfrazados
Nos engañan para dejar de lado la idea de sublevarnos.

Sin embargo, solo usemos sinónimos:
Dinero corroído comprado con corrupción;
O aún mejor:
Corrupción adinerada enmascarada de lujo.
Peces gordos que solo ansian eso
Crecer viendo sufrir a otros
Gracias a su putrefacto imperio
(Fardos de billetes como grilletes)
(Monedas en las puntas de sus látigos)
(Tarjetas de crédito para sentirse libre,
Para sentirse vivo)

Mientras miles pasan hambre
Y millones mueren en miseria...
El mundo gime su último estertor:
La gente solo piensa
En el traje que le quedará mejor,
si su peso va acorde con su belleza interior...
Para ser lo más "in" del momento,
Será mejor que te quedes en los huesos.

Todo esto se lo debemos,
Como no, al Señor Televisor
Que desde pequeños, entre frente y ojo,
Nos enseño todo el sabor,
Lo superfluo, que no hace falta motivación.
Tele basura mundial
Cuyo único fin es insensibilizar,
Verlos morir a miles, ver niños matar
Y que lo único que importe sea ver a un gilipollas cantar.

En el mundo del consumismo
Esclavos somos del tabaco
(Entre tantos amos)
¡Es la era de la Supercomunicación!
En la que SIETE MIL SEISCENTOS MILLONES de sordos
Practican el olvido
Y se jactan de la práctica de fraternidad
(¡Cuánta falsedad!).
La globalización nos sorbe el seso
Y en el pasotismo del convencionalismo
Nos creemos ser los más listos
Dejando que el malo nunca pague,
Y el que se muere de hambre
Que vaya a la puta cárcel:
Se lo merece por pan robar;
Adiestran policía para que ladren cual perro infernal:
Para que nos muerda por nuestra seguridad;
Y sigue su concepción de orden, con distinto disfraz:
Me cago en tu puta madre, Tío Sam.

Podemos pensar
Algo sin igual:
Se evapora el mundo,
La depresión carcome a las personas
(A todos por igual),
Y si alguien se rebota
Un cachete y a callar
¿Un loco será?
Los niños se preguntarán.

De nuestras propias vidas
Somos ignorantes
No tardaré en volar de este planeta
Como un ballena errante.

Maganto.