El tiempo se enquista en mi patria
Como un colmillo de tiburón roto
Clavado en el tercer corazón
De un pulpo rojo.
El Asesino,
Con todos los honores y títulos de su nombre
-El mérito de orquestar un baño de sangre-
Es defendido en su mármol mortuorio
Por aquellos que no toleran a nadie
Que piense
Que cree
Que ame
Que no quiera ni acepte sus preceptos,
Que huye hacia el polo opuesto
Donde ser libre no significa
Que tu cabeza tiene un precio.
Piden tolerancia
A todos los que desprecian
A todos cuyos ancestros
La misma hipocresía mandó a descansar en las cunetas
(caminos, atovías y carreteras)
A esta marcha
Los nietos de nuestros nietos
Seguirán con las manos manchadas
Con la lacra del odio, de vergüenza
De la sangre negra que brota del estigma
De consentir
Que sean tratados como iguales
Fanáticos intolerantes.
Maganto.
