Tu néctar de blanca rosa y roja azucena
Se destila, gota a gota,
Con la miel que vierte la lunática esfera.
Rostro de mujer y cuerpo de león con alas
Entonas, embaucas y masticas
Letras que de ti nacen en la nocturnidad y embotelladas se
echan a la mar
Para terminar naufragando en la ímpetu borrascosa del
tormento
Donde el anonimato mojado sus cadáveres hinchados nadie
pueda llorar.
Diptongos invisibles entre vocales separadas
Nos unen en la eternidad
En el núcleo rojo del brillo nuclear
Que nunca deja de amparar
La muerte de la plebe por la peste,
Al deseo reprimido del claustro monástico,
A la locura distópica del caballero andante,
A la crítica del arte y al arte de criticar,
Al despojo humano en el que se ha tornado esta sociedad
Que te escupe a ti, indiferencia, a la cara,
Y aún con esas, nos sonríes desde el rincón más antiguo del alma.
Tus raíces se clavan sanguíneas en el amor
En el anhelo imposible de encontrar la máxima expresión,
La perfecta imperfección, que se desarrolla en el dolor.
Las flores se desperezan cada día para intentar alcanzar el
Sol
Hasta que las arrancan;
Y ahí estás tú, nutriéndote, haciendo metáforas
En el sendero de la extinción
Bailando con la paradoja
De la violencia que intenta conquistar la paz,
Del susurro demoníaco que se quiere hacer real
Corpóreo, material,
-Una vez invocadas las huestes de Satanás
es cuando se puede valorar eso de derrocar el mal-
Y sigues riéndote como una cría pequeña
Como si de la vida no supieras nada...
Cuando la realidad es una hipérbole redundante y exagerada
Porque eres más vieja que todas las monedas
Aunque insistas en renacer
En cada nuevo alumbramiento
Como el ave fénix, sin fuego
Pero con sangre, llanto y gritos,
En la cabeza de cada recién nacido.
Ni el macabro paso del tiempo,
Ni los libros que otrora ardieron,
Ni el consenso del tabú, ni el silencio del fusil, ni los
barrotes de la cárcel,
Ni los que permiten que la gente muera de hambre,
Ni las fronteras invisibles que distancian a todas lenguas
Son capaces de reprimir tu cíclica forma de manifestarte:
Coges carrerilla y te tiras de cabeza,
Sin mirar atrás, con las alas rotas,
Desangrándote, muda, bella, siniestra
Sobre la hoja de papel
Que necesita empaparse de la perspectiva de una realidad
manifiesta.
Y a la tinta, con tu inmolación, le das forma
Como la real gana te da
Bajo el amparo de tu propia sombra
Cambiando el orden sintáctico normal
Juntando vocablos con palabros
Para degenerar en un monstruo
En un terminonstruoso ser
Que encierra en la jaula de los sueños
La verdad que se esconde
Detrás de lo que no somos capaces de ver.
Musa, mentira, arte, terapia, pupila, estrella,
Ciencia, belleza, inocencia, música, guerra,
Miseria, suntuosidad, sexo, lunar, revolución, verdad
Sueño, dramaturgia, exceso, liberación, maldición, represión
y libertad
La complejidad del conjunto que abarca todo
O la simple, fría, llana, mortal y vacía nada
Como sea, existir sin ti, no se puede llamar vivir, maldita
poesía.
Maganto.