Toma como base
La zona centro izquierda
Del pecho, para crecer
Y mostrar con rienda suelta
Lo perdidos que estamos en las cuestiones del buen querer.
De la intrínseca ley innata
Pasamos a lo que nos dicta
La tele, el estereotipo: la flor y
De una sociedad deforme y podrida.
Nunca fue Cronos
Quien le arrancó las alas al amor.
Como siempre, los orgullosos mortales
Fuimos los únicos culpables irresponsables
De destruir a Eros de nuestra Psique
Con frívolos disfraces
De establecer, en su nombre,
Estúpidos, vanos y superfluos rituales.
Lo único que quedaba puro
Ahora se rige por un mandato
El de ver quien es el mejor impostor.
Pero la emoción ni se crea ni se destruye,
Se siente y de quien diga lo contrario,
Es simple:
HUYE.
Maganto.