Donde las flores se desperezan tranquilas
Y un silencio insólito reina
Hay un rincón donde nadie
Es capaz de encontrarme:
El escondite perfecto
En el que gestar
Curiosos golpes de efecto
Y añicos hacer las máscaras
Que uno viste por defecto.
Donde la paz se hace una
Con la desidia, la melancolía
El licor barato de uva blanquilla
Y círculos de cenizas con colillas.
Soledad, caricia tierna y cálida…
Las veces que te habré escupido a la cara
Y ahora si faltas,
No sé ni cómo actuar.
Maganto.