La cordura es un puente demasiado angosto,
Una cuerda floja,
Un inestable equilibrio.
Lo siento, no soy un buen funambulista.
Prefiero, libre, nadar en el instinto y la sinrazón.
Y versa que te versa. Yo verso, pero sin rima,
No tengo la necesidad:
Suficientes eslabones arrastramos
Desde que suena el despertador,
Sin cuenta darnos
Hasta que la cuenta termina
-O se abren los ojos pocos segundos antes del final-
Y ya es demasiado tarde
Para dejarte llevar
Y, por supuesto, dar marcha atrás.
Así que con las letras
(El capricho genético resultante
del incesto de lexemas y morfemas
que juegan al cambio de parejas
con los puntos, las comas,
los que exclaman y a ratos interrogan)
Hago lo que de buena y mala gana me da
Para decirlo todo o no decir absolutamente nada.
Seré presa de estímulos primarios.
Me dejo con gusto cazar por ellos.
Estando despierto, palpitante, la culpa tienen
Del onírico estado en que mis neuronas viven.
Pero, en este frenesí,
Nada tendría sentido, si no fuese así.
PD: Y el día que despertemos de Matrix
Me daréis la razón como al tonto, sí o sí.
-La cordura es un camino muy estrecho-
Maganto
